A medida que el presidente ruso, Vladimir Putin, se enfrentaba a fracasos militares en Ucrania, cobró fuerza la pregunta de cómo esa guerra abierta por él hace un año afectará su propio liderazgo.
Analistas independientes y críticos del Kremlin comenzaron a plantear escenarios que contemplan una eventual derrota rusa en el país invadido y una caída del gobierno de Putin, que tiene 70 años y llegó al poder en diciembre de 1999.
Sin embargo, Marlène Laruelle, directora del Instituto de estudios europeos, rusos y euroasiáticos en la Universidad George Washington (EE.UU.), advierte que es es difícil avizorar un colapso del poder en Moscú en el futuro próximo.
«Hay muchas razones que explican por qué el régimen puede mantenerse», dice esta historiadora y politóloga francesa en una entrevista con BBC Mundo.
A su juicio, por ahora la guerra en Ucrania parece estar jugando a favor de Putin dentro de Rusia.
Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con Laruelle, autora del libro «¿Es Rusia fascista?» (2021) y coautora de «Comprender a Rusia: los desafíos de la transformación» (2018).
Creo que lo que vemos, al menos ahora, es una especie de consolidación defensiva de la población rusa en torno a él y a las instituciones rusas. Así que por ahora está jugando bastante a su favor en Rusia.
Por supuesto que, si la guerra se prolonga durante mucho tiempo y los temas económicos cobran relevancia, si cada vez muere más gente y si el final es una derrota, entonces habrá una especie de efecto retroactivo de la guerra sobre su liderazgo.