La moneda estadounidense sigue reforzandose ante la estrategia agresiva de la Reserva Federal para atajar la inflación.
El euro ha caído nuevamente por debajo del dólar, después que para el mes de julio ya perdiera la paridad con el billete verde por primera vez a los 20 años. Lo cual esto ha sucedido en un tiempo muy breve. Los inversores temen que la escalada de los precios energéticos en Europa ponga en jaque la actividad empresarial de la región y que por esto se debilite el Mercado del viejo Continente. Sin embargo el dólar sigue reforzandose a la espera del encuentro de la Reserva Federal que tendrá lugar en Jackson Hole, donde Washington dará pistas sobre la hoja de ruta de su política monetaria para poner coto a la inflación. La divisa europea se ha depreciado un 12% frente al dólar en lo que va de año.
Para Europa las malas noticias han llegado también con los costes del gas, que se han disparado después de que Rusia anunciara el cierre durante tres días del gasoducto Nord Stream 1 para finales de agosto debido a tareas de mantenimiento. Ya que este canal es clave para el abastecimiento de gas en el centro de Europa y su detención tensiona aún más el mercado del combustible en un momento ya delicado por la guerra de Ucrania. De hecho, los contratos de futuros para entrega en septiembre en el mercado holandés han alcanzado los 290 euros por megavatio hora. En poco más de un mes, los precios se han encarecido un 213%.
Mientras el euro retrocede, el dólar registra nuevos máximos ante el posible mantenimiento de una postura agresiva por parte del banco central estadounidense sobre su política monetaria. Después de que el mercado laboral estadounidense demostrara una gran fortaleza en julio la tasa de paro ha bajado al 3,5%, el nivel previo a la pandemia, los inversores confiaban en que la Reserva Federal ya iba a empezar a levantar el pie del acelerador.
Por otro lado el banco central de Estados Unidos ha subido los tipos de interés en 225 puntos básicos desde marzo, donde se espera que la Reserva Federal pueda dar posibles soluciones sobre hasta dónde podrían llegar los tipos de interés de EE UU y cuánto tiempo tendrán que permanecer en niveles elevados para volver a controlar la inflación.